martes, 8 de marzo de 2011

Gerald Blacnh: El robo de la Perla de Sisi

Érase una noche cálida de junio de 1998...





Gerald Blanchard estabilizó su avión sobre el tejado de la habitción de la Perla Diamante Koechert, comprobó las correas de su paracaídas y se preparó para abordarlo.




Gerald estaba con su mujer y su suegro rico un dia antes haciendo un tour por europa hasta que se detuvo en Schloss Schonbrun, Austria. Les invitaron al preestreno para contemplar la obra de arte.







La perla estaba protegida en una habitación, dentro de una jaula, tras un cristal y sobre un pedestal con alarmas, antibalas y sensible al peso. Sus 10 puntas de diamantes enamoraban la avaricia.








La perla también conocida como la Estrella de Sisi estaba diseñada para Elisabeth, quien podría lucirlas en sus trenzas.




Fue asesinada hace 100 años y sólo quedan dos de sus perlas Blanchard.




Gerald analizó al detalle los sistemas antirobo, siendo consciente de que no podría revenderla, pues según la guia su precio ascendia alos 2 millones de dólares, pero tampoco le importaba, era un reto a su astucia.




Recreó la habitación con todas las alarmas y ensaño una forma de entrar, una forma de cogerla y una forma de escapar.



El punto débil: el techo, sin vigilancia, dejado de la mano de Dios. Echó mano de un amigo piloto que le proporcinó el traslado y el paracaídas.


Tan sólo una noche después Gerald asaltó el tejado de la habitación de la perla caído del cielo. Con agilidad desenganchó el paracaídas y se dejo deslizar por una cuerda colgada.



Los artilujios y habilidades que tuvo que hacer para desactivar las alarmas sobre el aire para que no saltara el chivato de exceso de peso fueron varias, arduas y en poco tiempo. Recordemos que todo esto tuvo que pensarlo y hacerlo en 24 horas.




Y en minutos se introdujo la Perla en su bolsillo. Descendió a rapel por una pared del jardín y se fue. Pero no abandonó la ciudad, su orgullo tenia que satisfacerse del todo. Acudió a regocijarse al dia siguiente para ver a los visitantes.


Llegaron a pasar 15 días, 2 semanas, antes de que nadie se diera cuenta del robo.

lunes, 10 de enero de 2011

El Robo de la Gioconda: Aún se duda sobre su autenticidad...

EL GRAN CUADRO

Según Vincent Pomarade, la celebridad de La Gioconda reside en 4 pilares: genialidad del creador, calidad pictórica, misterios sobre el modelo y la historia del cuadro. El señor Pomarade es ni más ni menos que el conservador del departamento de pintura del Museo del Louvre.



> Datos del cuadro:
•  Adquirido en 1517 por el rey Francisco I de Francia. Leonardo pasó los tres últimos años de su vida en la corte gala.
El rey pagó por él 492 onzas de oro y lo utilizó para decorar su cuarto de baño de Fontainebleu.

Dos años después, un anticuario florentino recibió una carta ofreciéndole el cuadro, el cual había permanecido en "paradero desconocido".


La obra:

Visibles están las técnicas: -el sfumato y el claroscuro- de las que Leonardo podí presumir como maestro y mentor, llevando la perfección una vez más un paso adelante.

Medidas: 77 x 53 cm.


LA SEGURIDAD DEL CUADRO

 - Un cristal a prueba de balas, rayos ultravioletas e infrarrojos.
- Aire acondicionado y humedad controlada.



EL ROBO

Eduardo Valfierno, un comerciante argenmtino, engatusó a Vincenzo Perugia (ex empleado del Museo del Louvre) para robar el cuadro y venderlo por una apetitosa cifra.

Un 21 de agosto de 1911, a las 7 de la mañana, Perugia llegó al Louvre con su bata blanca de empleado. Cogió el cuadro, le quitó el marco y saluo del museo escondiendo La Gioconda bajo su ropa.


El Louvre permaneció cerrado una semana para investigar el suceso.

Valfierno vendio falsificaciones por valor de 300.000 $.



>El hueco se convirtió en la "obra ausente" más visitado de cualquier museo, la espectación del misterio, de la nada, estaba y ahora ....¿dóndo está, quién lo tiene, aquí se plantó y lo cogió?
> Pablo Picaso fue acusado y detenido  por su fama de comprar objetos robados. Fue declarado inocente y absuelto. Las acusaciones se multiplicaban a causa de pruebas fantasma que nuca dejío el autor... ¿o sí? pues finalmente la máxima con la que arrancamos en este blog fue: que no te descubran, y finalmente tenemos nombre, apellido y transcurso del autor y del robo, gracias a Dios.

 


2 Años y 111 días después se recuperó la obra y se capturó al autor: Peruggia, tras intentar vender el cuadro al director de la galeria Galleria degla Uffizi.


Peruggia se defendió diciendo que él había sido víctima de un estafador.

Algunos artistas siembran la duda sobre la autenticidad de la obra argumentando que se habría podido beneficiar, tanto la policia como el museo, de alguna falsificación, de no haber encontrado el auténtico.....